La canción definitiva de pop que Kurt Cobain intentó componer dio como resultado a Smells Like Teen Spirits, el himno que lo definió como el Elvis Presley de la década de 1990 que delineó a una generación.
Hace 54 años
Hace 54 años, Kurt nacía en el poblado maderero de Aberdeen, Washington. Dicha ciudad era conocida como El Hellhole del Pacífico por el ambiente duro del lugar debido a burdeles y salones de juegos de azar que convivían con el caso del multihomicida Billy Gohl.
Con todo lo anterior, Kurt además debía sortear el acoso de sus compañeros por tener un amigo gay, y soportar la idea de no tener una familia normal por el divorcio de sus padres a quienes odiaría por un tiempo.
De manera que el joven Cobain encontró en la música una forma de escape a su vida cotidiana cuando en su cumpleaños 14, su tío Chuck le regaló su primera guitarra.
Inicia su legado
Con la idea de emular a una de sus bandas top, los bostonianos Pixies, Kurt emprendió el viaje con Nirvana y sacaron su primera placa In Utero.
Sin embargo, con su siguiente álbum Nevermind, Nirvana se catapultó al máximo mainstream, en especial por uno de los sencillos lanzados: Smells Like Teen Spirits.
La maqueta de Nevermind fue grabada en un granero. Cuando Kurt les presentó Smells a Novoselic y a Grohl, todos la tocaron por casi una hora y media hasta que hallaron el ritmo ideal.
Aquel riff nacido casi de improviso, rompía con la técnica para dotarse de personalidad basada en el virtuosismo de la guitarra pixie de Joey Santiago; para Kurt era primordial hacer algo parecido a Pixies pues según contó alguna vez, estaba tan conectado a la banda que debió hacer algo con ellos o haberles hecho varios covers.
Aunque Smells fue alguna vez criticada por parecerse a More Than a Feeling de Boston, Kurt reconoció el parecido: «después de todo es un riff tan estereotipado».
Sin ser un portavoz
Kurt Cobain siempre fue claro con su postura, jamás quiso ser un portavoz por lo que no tenía respuestas para nadie, solo se enfocaba en escribir sílabas para llenar los espacios rítmicos con alguna rima.
De modo que Smells Like Teen Spirits, fue eso, una canción sin sentido cuyo nombre fue tomado de la pinta en una pared hecha por la vocal de Bikini Kill, Kathleen Hanna: «Kurt Smells Like Teen Spirits», en referencia al aroma de un desodorante para adolescentes.
Pero, cómo buena obra de arte, la canción quedó abierta a múltiples interpretaciones y hoy en día sigue como un himno para la Generación X y para la apertura del grounge como género «In».
A 27 años de su muerte, Kurt Cobain continúa como ícono pop que definió a una generación.
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